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La morosidad en el alquiler es una preocupación creciente para muchos propietarios en España. Según el estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos en España en 2023, realizado por el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, los inquilinos dejaron de pagar, en promedio, 7.608,34 euros el año pasado. Este fenómeno no solo afecta las finanzas de los propietarios, sino que también desincentiva la oferta de viviendas en alquiler, agravando la crisis de acceso a la vivienda.
Entre los distintos tipos de morosos, los llamados «morosos profesionales» son particularmente problemáticos. Estos individuos se especializan en estafar a propietarios al obtener un contrato de arrendamiento de manera legal, solo para dejar de pagar poco después de tomar posesión de la vivienda. A diferencia de un «okupa» tradicional, que entra a la fuerza en una propiedad, el moroso profesional utiliza un contrato legítimo para acceder al inmueble, complicando enormemente su desalojo.
¿Cómo Identificar a un Moroso Profesional?
Detectar a un moroso profesional antes de firmar un contrato de arrendamiento es crucial para evitar largas batallas legales y la pérdida de ingresos. Aquí hay algunas señales de alerta que pueden ayudarte a identificar a estos estafadores:
1. Prisa Injustificada y Aparente Solvencia
Los morosos profesionales suelen mostrar una urgencia por mudarse rápidamente, a menudo presentando excusas convincentes como un cambio laboral repentino o la necesidad de matricular a sus hijos en un colegio cercano. También suelen afirmar que el dinero no es un problema, incluso ofreciendo pagar varios meses por adelantado para ganarse la confianza del propietario. Este comportamiento debe levantar sospechas, ya que los inquilinos legítimos generalmente no tienen tanta prisa ni ofrecen pagos adelantados sin necesidad.
2. Documentación Incompleta o Irregularidades
Un indicio común es el retraso en la presentación de documentos clave, como contratos de trabajo o nóminas. Incluso si estos documentos se entregan, a menudo carecen de coherencia o están incompletos. Es fundamental verificar minuciosamente la documentación y asegurarse de que todo esté en orden antes de firmar cualquier contrato.
3. Insistencia en Contratos Verbales o en No Cambiar Suministros
Los morosos profesionales pueden insistir en cerrar el acuerdo verbalmente o en mantener los suministros (agua, gas, electricidad) a nombre del propietario. Este último punto es especialmente preocupante, ya que podría significar que planean transferir futuras deudas al propietario, quien sería responsable de ellas en caso de impago.
4. Multiplicidad de Residentes
Otro comportamiento típico es registrar el contrato de alquiler a nombre de una sola persona, solo para que luego se muden varias personas a la vivienda, o incluso se subarriende la propiedad sin el consentimiento del propietario. Es vital incluir cláusulas en el contrato que prohíban explícitamente estas prácticas.
5. Dificultad para Contactar
Una vez que los morosos profesionales dejan de pagar, es común que comiencen a dar excusas para justificar el impago y que se vuelvan difíciles de localizar. Suelen ignorar llamadas y mensajes, lo que retrasa aún más la posibilidad de tomar acciones legales.
¿Qué Hacer si Eres Víctima de un Moroso Profesional?
1. Reclamación Formal por Escrito
El primer paso es intentar resolver el problema directamente con el inquilino. Si no es posible, es crucial documentar la reclamación por escrito, ya sea a través de un burofax con acuse de recibo o mediante un requerimiento notarial. Este documento debe exigir el pago de la deuda en un plazo determinado y advertir de que, de no hacerlo, se tomarán acciones legales.
2. Acción Judicial
Si el moroso no paga, el siguiente paso es proceder con una reclamación judicial. Es importante actuar rápidamente, ya que los morosos profesionales suelen estar familiarizados con las leyes y utilizan tácticas dilatorias para prolongar su estancia en la vivienda. Según la Ley de Vivienda de 2023, los procesos de desahucio pueden dilatarse aún más si el inquilino alega vulnerabilidad económica, lo que subraya la importancia de iniciar el proceso lo antes posible.
3. Preparación para un Proceso Largo
El desalojo de un moroso profesional puede tomar entre seis y ocho meses, con un promedio de 246 días. Sin embargo, si el moroso utiliza tácticas para alargar el proceso, el tiempo total podría extenderse hasta dos años. Es fundamental estar preparado para un proceso largo y, si es posible, contar con asesoramiento legal especializado.
La Importancia de la Precaución en el Alquiler
En Adaix Lucena, entendemos las dificultades que los propietarios enfrentan al lidiar con morosos profesionales. Por ello, recomendamos tomar todas las precauciones necesarias antes de firmar un contrato de alquiler. Verificar cuidadosamente la documentación, realizar entrevistas exhaustivas y estar alerta a cualquier señal de alarma puede ayudar a prevenir estos problemas.
Si necesitas asesoramiento o ayuda en la gestión de tu propiedad, no dudes en contactar con Adaix Lucena. Estamos aquí para ayudarte a proteger tu inversión y garantizar que tu experiencia como propietario sea lo más segura y rentable posible.
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