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Hace unos años, mientras recogía firmas en una campaña en Barcelona, un señor me dijo algo que resuena hoy más que nunca: «Da igual subir el salario mínimo mientras no baje el precio de la vivienda, que es lo que más nos empobrece». Esta declaración es tan cierta ahora como lo fue entonces.
Hace un año se aprobó la ley por el derecho a la vivienda en España. Sin embargo, el efecto ha sido contrario al deseado: el precio medio del alquiler ha subido un 13% en el último año, con incrementos aún mayores en las grandes ciudades y zonas turísticas. La oferta de pisos de alquiler se ha desplomado, resultando en menos viviendas disponibles y a precios más altos. Claramente, la ley actual es insuficiente y carece de dos elementos básicos para su eficacia.
La Necesidad de una Empresa Pública de Vivienda
Para bajar el precio de la vivienda es crucial construir o comprar viviendas y transformarlas en alquileres gestionados por una empresa pública y rentable. Actualmente, solo el 2,5% de las viviendas en alquiler en España son públicas, comparado con el 30% en Países Bajos, 24% en Austria, y 21% en Dinamarca. Incrementar este porcentaje debe ser el centro de la política de vivienda en nuestro país.
Propuesta de Viviendas Públicas y Asequibles
Para que las viviendas sean asequibles según los salarios reales de los trabajadores en España, se recomienda:
- Ofrecer viviendas públicas a un tercio del salario mínimo interprofesional (SMI), que es de 1.134 euros.
- Proporcionar viviendas más grandes a la mitad del SMI, ideales para parejas o familias.
- Disponibilizar algunas viviendas aún más grandes que no sobrepasen los dos tercios del SMI.
¿Es Rentable una Empresa Pública de Vivienda?
Consideremos una vivienda de 60 metros cuadrados construida por 250.000 euros. Si una empresa estatal la alquila a 378 euros al mes (un tercio del SMI), necesitaría 661 mensualidades para recuperar la inversión, es decir, 55 años. Dado que la duración estimada para un inmueble actual de acero y hormigón es de entre 80 y 100 años, después de amortizar el costo inicial, los alquileres posteriores generarían ingresos netos para su reposición. Así, se establecería una empresa rentable capaz de asegurar el derecho a la vivienda a largo plazo.
Planificación a Largo Plazo
Aunque 55 años puedan parecer mucho tiempo, esta planificación a largo plazo es fundamental. La mayoría de los embalses que nos salvan de la sequía o generan electricidad fueron construidos entre 1930 y 1950. Túneles, ferrocarriles, carreteras y puertos son ejemplos de infraestructuras planificadas para décadas.
Prohibir la Compra de Viviendas por Capital Extranjero y Limitar la Tenencia Privada
Es necesario prohibir que el capital extranjero compre viviendas en España, una medida que ya se aplica en países como Canadá, donde solo los residentes pueden poseer propiedades. Además, debemos limitar la tenencia privada de viviendas, pero no a familias, pequeños y medianos propietarios, o inmobiliarias, sino a grandes bancos y monopolios.
Control de los Grandes Propietarios
En España, gigantes como Caixabank y Blackstone controlan miles de alquileres, generando ingresos masivos que escapan de los salarios de las familias. Con alquileres de 1.200 euros al mes en las grandes ciudades, estos grupos obtienen unos 2.500 millones de euros anuales. Una ley de vivienda y una empresa pública que protejan a los ciudadanos de estos especuladores es clave para redistribuir la riqueza y garantizar el derecho a una vivienda digna.
Soluciones Alternativas: Adaix Lucena
En medio de este panorama desalentador, existen soluciones alternativas que pueden ofrecer una vía más accesible para quienes buscan una vivienda. La inmobiliaria Adaix en Lucena está comprometida en ayudar a los compradores a encontrar opciones que se ajusten a sus necesidades y presupuesto.
Adaix Lucena se especializa en ofrecer una amplia gama de propiedades que pueden ser una opción viable frente a los desorbitados precios de las grandes ciudades. Su equipo de profesionales está dedicado a guiar a los compradores a través de todo el proceso de adquisición, asegurando una experiencia fluida y satisfactoria.
Conclusión
La única forma de resolver la crisis de la vivienda en España es a través de la planificación a largo plazo y la intervención del sector público. Aumentar el parque de viviendas públicas, prohibir la compra de propiedades por capital extranjero y limitar la tenencia privada de grandes bancos y monopolios son pasos esenciales. Solo así se podrá garantizar que los salarios de los trabajadores no sean saqueados y que todos tengan acceso a una vivienda asequible. En este sentido, la inmobiliaria Adaix en Lucena puede ser una gran aliada en la búsqueda de alternativas más asequibles y realistas.
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